miércoles, 20 de agosto de 2014

Libre para errar

A montar en bicicleta se aprende haciéndolo, no leyendo el "manual del perfecto ciclista". Se agradecen los consejos de los expertos y un ambiente de confianza, pero sin bicicleta, ilusión, esfuerzo y alguna caída, no se aprende ni a montar en bicicleta ni ninguna de las cosas realmente importantes para vivir plenamente, es decir, las relaciones interpersonales: negociar, mercadear, colaborar, convivir, prosperar... hay que ponerse.










 Errando interiorizamos lo desacertado, que nadie nos evite paternalmente la libertad para errar, pues nos quitará la capacidad de aprender y de triunfar.



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