miércoles, 17 de septiembre de 2014

Redistribución

La humanidad surgió pobre, la pobreza es su estado natural cuando no hace nada o lo hace mal.





La prosperidad, la creación de riqueza, es un fenómeno no obligatorio, es excepcional y es reversible.





La prosperidad es el resultado de la acción humana en un contexto de paz, justicia y libertad. No es homogénea pero se extiende irremediablemente.





La sociedad se procura espontánea y evolutivamente instituciones que promueven y  preservan la paz, la justicia y la libertad.





El estado es una estructura de poder que no asegura la paz, se apropia de la justicia y coarta la libertad, todo en aras de redistribuir la riqueza que deriva de la prosperidad que altera y entorpece.




Distribuyamos paz, justicia y libertad.



















miércoles, 3 de septiembre de 2014

Socialistas varios

Todo socialista tiene una idea sobre cómo organizar la sociedad, como si eso fuese posible, todo socialista tiene claro que se puede organizar a millones de seres humanos con intereses propios, creatividad, capacidad para colaborar y compasión por los otros, con un plan buenista.

Todo socialista quiere imponer su sistema desde la coacción sistémica, a través de impuestos que expolian la propiedad privada e intervenciones en el mercado, en la colaboración productiva, ahogándala.

Todo socialista entiende que sin estado no habría servicios o serían caros y de mala calidad, así que su imposición coactiva está justificada.

Todo socialista se siente Dios y está dispuesto a salvarnos a todos por la fuerza.

































¿ Cómo te sientes y a qué estás dispuesto ?

Me siento un ser humano libre, creativo, emprendedor, compasivo  y dispuesto a colaborar juntos en beneficio mutuo, a solucionar problemas con réditos, a aunar esfuerzos voluntarios por empatía, a convencernos y a obtener tu propiedad privada mercadeando.

Prosperidad y libertad

Los seres humanos sabemos prosperar desde la colaboración.



 
 

Lo hacemos pese a que nos han expropiado el dinero, pese a que con expansiones crediticias e inyecciones arbitrarias de dinero, desde los estamentos públicos, se interviene y distorsiona un mercado supeditándolo a los intereses del tándem político-bancario, prosperamos pese al un mercado laboral intervenido y prosperamos incluso pese a la confiscación fiscal.




Un liberal puede pretender un dinero privado, el patrón oro, una banca privada libre y sin bancos centrales, un derecho mercantil que impida la invención de dinero... puede aspirar a prescindir de un estado que le sustrae sus bienes a cambio de eludir la cárcel y del más absoluto de los desprecios.



Entre pretensiones y aspiraciones transitamos por una estructura de tutela y coacción, reclamando menos impuestos, su gestión mínimanete eficaz y libertad para poder gestionar con eficacia los recursos no confiscados.




Los coaccionadores no quieren escuchar, los beneficiarios de la coacción solo escuchan sus propias risotadas y los coaccionados que creen que algo sacan como contraprestación no entienden de qué narices de libertad hablamos.






Lo bueno de las causas justas es que cada vez que alguien se cuestiona un statu quo injusto, este cruje. Aspirando a toda la libertad y siempre reclamando más libertad.


Es una aspiración de libertad y justicia que supone la posibilidad real de la prosperidad, de la reducción de la miseria, es decir, de lo que nos engrandece como seres humanos creativos y colaboradores.


lunes, 1 de septiembre de 2014

Vida y libertad

La vida es una excepción en el cosmos, una voluntad de continuidad a través de la creación constante, es decir, reproducción y transformación.







Los seres humanos compartimos con la naturaleza esa capacidad creadora. Para crear precisamos vida y libertad.



El principio general de respetar la vida humana parece consensuable y compatible con el principio general de respetar la libertad de los seres humanos, su capacidad de decisión sobre sí mismos y sus pertenencias.

Nuestro éxito como sociedad depende del desarrollo creativo en un entorno sin violencia y colaborativo.







El ideal liberal condena la muerte intencionada de otro ser humano ( asesinato ), así como la violencia injustificada contra otro ser humano ( justificando la encarcelamiento de delincuentes ).








Investigación genética, aborto, suicidio, eutanasia, defensa propia y guerra son realidades de muerte intencionada con intensa discusión moral.






La violencia sistemática estatal de encarcelamiento de ciudadanos si no entregan la parte de sus bienes que establezca el estado y sin obligación de contraprestación, es decir, expolio de bienes ( que resta libertad ) a cambio de no ser encarcelado, no tiene apenas discusión moral.