sábado, 30 de agosto de 2014

La realidad no es democrática

Nadie quiere refutaciones a sus ideas, si acaso confirmaciones. Las ideas, sobre todo si están normalizadas, nos definen y nos integran. Lugares comunes, correcciones políticas y presupuestos incuestionables, hacen grupo y conforman experiencias asumibles.


Si la realidad experimentada desmiente tercamente la validez de nuestras ideas, eso se debe, sin duda, a que unos malvados no nos dejan plasmarlas adecuadamente. No cabe otra explicación posible.


El estado no nos coacciona ni nos expolia.


Las administraciones públicas gestionan los recursos con excelencia.


La corrupción es un asunto menor.


La redistribución no responde a criterios ideológicos.


Si estamos de acuerdo, lo votamos y con la mitad más uno de los votos es verdad.













Los beneficios son la resultante de la creatividad ( idea empresarial ), el ahorro ( sacrificio ), el riesgo ( incertidumbre ) y la tenacidad ( esfuerzo ) de los capitalistas. Esto habría que votarlo primero para aceptarlo.


¿ Cuántos de los que quieren que se redistribuyan los beneficios quieren que se redistribuya la imaginación, se redistribuyan los sacrificios, se redistribuyan los riesgos y se redistribuya el esfuerzo ? Esta en una pregunta que solo puede hacer un malvado.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Asombroso dinero

Somos creativos, es lo que nos diferencia significativamente del resto de la naturaleza.
Somos sociales y en la interrelación encontramos nuestra identidad y procuramos nuestra prosperidad.

El lenguaje y el fuego nos transformaron de presas a depredadores.

La agricultura y la ganadería nos transformaron de supervivientes a excedentarios.

La rueda, el barco y el dinero nos transformaron en comerciantes.

El comercio aumentó la interrelación exponencialmente y con ella la prosperidad, con la prosperidad llegó la explosión demográfica.

Nuestra creatividad y la interrelación han generado inventos capaces de beneficiar a millones de seres humanos, han sido inventos colectivos y todos tienen una excelente consideración a excepción del dinero.

A excepción del dinero. Asombroso.








martes, 26 de agosto de 2014

Propaganda

No se puede estar contra una sociedad en la que hay violencia sistemática del estado hacia los ciudadanos.

Págame del dinero que has ganado con tu trabajo, lo que yo estipule y como yo disponga, o irás a la cárcel.

Por lo visto hay un contrato social del que nadie tiene copia firmada y al que no se puede acudir para ver si se cumple y las consecuencias de su incumplimiento. Y asunto despachado.






La ineficiencia en el uso de los recursos públicos y su distribución arbitraria no son por su incapacidad para la función empresarial y su sectarismo.

No tengo posibilidad de asignar y rentabilizar los recursos eficazmante porque no puedo hacer ningún cálculo económico fuera del mercado libre.

Por lo visto, el problema es que gobiernan los del otro partido. Y, hala, a discutir.





La corrupción no es una tela de araña consustancial al poder, fuente de injusticia y empobrecimiento.

Mordidas, desviación de fondos, gastos inflados, regalos, sobres...lo normal.

Por lo visto se trata de casos aislados y en los que ya se está  trabajando para que no se repita. Y si cuela, cuela.








El estado roba a quienes producen riqueza y les impide producirla de manera óptima, empobreciendo a la sociedad. Derrocha lo robado y lo distribuye discrecionalmente.

Chapoteo en tu dinero y tu esfuerzo y favorezco a los míos.

Por lo visto se trata de evitar abusos y desequilibrios. Por el orden y la justicia social. De traca.



Excelencia

Por qué están los recursos económicos públicos gestionados con criterios no económicos y con herramientas ineficaces, incapaces de hacer cálculo económico.




Por qué los recursos económicos privados y su gestión con cálculo económico han de sufrir el expolio y las distorsiones del intervencionismo público.




Por qué la redistribución de la riqueza la han de realizar sectarios ideologizados.










Siempre ha sido así, pero el futuro está por hacer.

Los recursos económicos privados sin expolio ni distorsión tienden a la excelencia en la creación de riqueza.





La escasa necesidad entonces de redistribución de riqueza debería realizarse con criterios de compasión y empatía que son consustanciales a las personas y las relaciones sociales, no con criterios políticos.


























Responsabilidades

Somos el resultado de lo que decidimos sobre nosotros y nuestras cosas, la suma de las decisiones nos van definiendo.




La libertad entendida como la capacidad de elección voluntaria, ya sea en una relación intra o interpersonal, es la libertad para renunciar a todo lo que no se elige y asumir los compromisos-obligaciones que implican cada decisión, es decir, hacerse responsable de las consecuencias de haber tomado esa decisión y de las consecuencias de incumplir un compromiso.




En sociedad, las personas no eligen, no renuncian, no se comprometen y no se responsabilizan gracias a un estado que va otorgando derechos infinitos a cambio de acatamiento y expolio. Acatamos la coacción y el expolio. Y comienza el juego lingüístico de la libertad, los derechos, la seguridad y la redistribución.




Acatamos la coacción y el expolio, sí, y el Rey está desnudo.


Siempre ha sido así, pero el futuro es un por hacer.















Somos el resultado de lo que decidimos, nuestras decisiones nos definen.


Somos esclavos del estado, la primera pregunta obligada es por qué y la primera decisión obligada es si queremos seguir siéndolo.


No quiero que mis obligaciones sociales me sean impuestas por la fuerza, quiero que sean libremente aceptadas y que conlleven derechos y obligaciones, quiero poder responsabilizarme y pedir responsabilidades.



lunes, 25 de agosto de 2014

Sociedad libre

Una sociedad libre, en la que las personas deciden sobre sí mismas y sus pertenencias, se realizan intercambios voluntarios y beneficiosos, se tienen instituciones para regular la violencia asistemática y se enfocan las necesidades como oportunidades, no existe ni se tiene constancia de que haya existido jamás.












Una sociedad hegemónica, en la que la libertad consiste en poder hacer a costa de otros, en la que se intervienen las relaciones contractuales, en la que la violencia es sistemática y asistemática, con un reglamento de aplicación coactiva y subordinada, en la que se ahoga la creación de riqueza y su distribución es ideológica, es una sociedad estándar.







Los liberales, todos, los que abogan por un control del estado o incluso por el minarquismo, ignorando la naturaleza expansiva y acaparadora del estado, los que abogan por la anarquía, imaginando un mundo de valientes, y los que quisieran más libertad sin más criterio, todos, compartimos que nos hemos realizado las mismas preguntas: por qué acepto que me coaccionen, por qué vivo en una sociedad con violencia sistémica, por qué la justicia es vidente, por qué no se me respeta mi propiedad, por qué financio a mis opresores y mantengo parásitos que me odian, por qué acepto que se empobrezca inexorablemente la sociedad...


Ningún liberal puede convencer a los coaccionadores, y a sus beneficiarios, de nada, pero podemos animar a que estas preguntas sean públicas y pertinentes, pues solo el hacerlas ya es un acto libertario.









Ser sensibles a la coacción nos mueve a acatar y a buscar ayuda.
Renunciamos a la violencia, no a la victoria.

domingo, 24 de agosto de 2014

Camino de libertad

El intervencionismo, la planificación,  la monopolización/favor político, el gasto público con incapacidad de cálculo económico y la concentración práctica del poder, coartan la creación de riqueza por anular las herramientas que la permiten: libertad, creatividad, competencia, esfuerzo, rectificación-eficiencia...










Entender esta realidad no debiera ser complicado, puesto que la experiencia la corrobora constantemente, pero resulta que la creación de riqueza es irrelevante ante lo "verdaderamente importante" y que es coartada de la estructura: la redistribución de la riqueza.














Limitando la creación de riqueza, obteniendo recursos por la coacción, gastándolos ineficientemente y redistribuyéndolos con criterios ideológicos, es inviable dicho objetivo pues la riqueza resulta escasa y la redistribución injusta.










Entender esta realidad no debiera ser complicado, puesto que la experiencia la corrobora constantemente, pero hete aquí que resulta que hay una explicación alternativa y convincente para esta incapacidad: la incertidumbre-la inseguridad-el descontrol del mercado libre que es difícil de someter : la otra gran coartada de la estructura.











Millones de seres humanos, abrumados por la incertidumbre y bien intencionados con la redistribución, no van a senderear por el camino de la libertad.

Entender esta realidad no debiera ser complicado, puesto que la experiencia la corrobora constantemente.

Sin embargo, la creatividad humana va generando herramientas capaces de ofrecer libertad y prosperidad a cada vez mayor número de personas que sueñan con la seguridad y la redistribución, viven en la incertidumbre y la penuria, y pretenden un cambio.








sábado, 23 de agosto de 2014

Entre todos

Quizás no resulte evidente que la suma de cada búsqueda individual de la prosperidad, a través del mercadeo en libertad, de millones de personas a través de miles de años, explica la asombrosa prosperidad social actual. Sin embargo así es y cualquier otra explicación resulta fallida.










Tal vez porque esta realidad implica aceptar que la prosperidad precisa de libertad, esfuerzo, incertidumbre, creatividad, competitividad, mérito, colaboración, ausencia de violencia, seguridad jurídica... y ese tipo de cosas que, aunque proporcionan prosperidad, no nos aseguran la misma prosperidad a todos y a la vez, es por esta asimetría que resulta tan frecuente que haya quien prefiera prescindir de todo esto a cambio de que se le dé cierta prosperidad con absoluta seguridad.




Entender que esa renuncia acaba con toda posibilidad de prosperidad alguna, resulta siempre algo dolorosamente empírico.


viernes, 22 de agosto de 2014

Bendita desigualdad

Me resulta horripilante la idea de un mundo con millones de personas idénticas a mí y aún más la idead que uniformidad de pertenencias.



¿De quién podría aprender?
¿Cómo distinguiría el bien del mal?
¿Qué sería meritorio?
¿Cómo sabría lo que me gusta?
¿En qué notaría que soy yo ?...

La desigualdad expresa nuestro legado y nuestro mundo, nos hace nosotros, únicos, es un acicate para  tratar de prosperar, es el lugar donde buscar el valor añadido y lo que nos falta, es lo que nos define como individuos libres porque nos permite elegir y cambiar.








Afortunadamente es inevitable.