martes, 30 de agosto de 2016

Un plan libertario

¿Te sientes libre?, es decir, sientes que puedes decidir sobre tus acciones presentes, y futuras, y que puedes intentar conformar un bienestar, una felicidad, para ti y los tuyos, sin especiales cortapisas.


Si es así, entonces adelante y suerte, pues elegir es responsabilizarse y elegir es errar, al principio con frecuencia y más tarde irremediablemente.







Las decisiones que se toman suelen tener un componente limitante, límites que traspasar implican más perjuicio que provecho.






- Límites emocionales: si hago eso me voy a sentir mal, si hago eso un ser querido se va a sentir mal, si hago eso perjudico a otros y vamos a sentirnos mal todos...

- Límites racionales:
* Físicos: ese barranco es un mal camino...
* Éticos: si para mí pretendo vida, libertad, propiedad, acuerdos voluntarios y justicia, preciso que los demás me reconozcan estas pretensiones, por lo que debo reconocérselas a los demás por universalidad y simetría. Si respeto las vidas, las decisiones soberanas, los acuerdos voluntarios y las resoluciones de conflictos consensuadas de los demás, puedo reclamar ese respeto para mí.

- Límites sociales: si hago eso se resentirá mi reputación y prestigio en el grupo, se resentirá mi aceptación en el grupo, mi pertenencia al grupo...

- Límites coactivos: no lo veo justo ni es lo acordado pero o lo hago, o se lo doy, porque si no me pega, o me encarcela...









Si sientes que no eres libre porque los límites emocionales, racionales y/o sociales te atenazan, has de saber que liberarte de ellos es un trabajo arduo de aceptación personal, asunción de la realidad y pasión por los sueños, enormemente gratificante que se llama desarrollo personal.



Si un individuo abusa de ti, debes enfrentarlo apelando al un grupo que se compadezca de esa injusticia.


















Si concluyes que hay un abuso institucional de poder sobre ti que acatas por miedo pero que te reduce a mero esclavo, has de saber que el poder institucionalizado ( armas y cerrojos ) atiende a lo social y lo social a lo emocional y lo emocional a lo demagógico, por lo que como individuo vas aviado.
















Un plan libertario: desarrollo personal para todas las limitaciones salvables y ejemplo vital de apuesta por la sociedad abierta ante la coacción del poder institucionalizado. Estar aviado no excluye la felicidad.












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