Tu bolígrafo es tuyo y yo lo sé, y lo quiero.
- Puedo pegarte, solo o con malandrines, hasta que me lo des.
- Puedo votar con mi amigo Luis una ley que te obligue a dármelo o irás a la cárcel.
- Puedo prometerte un pago que nunca haré.
- Puedo pedírtelo-cambiártelo-comprártelo-alquilártelo.
En los primeros casos soy poseedor de mercancía robada y en el último supuesto, legítimo propietario de un bolígrafo.
La propiedad no se pierde si es arrebatada por la violencia-coacción-fraude.
No hay comentarios:
Publicar un comentario