domingo, 7 de diciembre de 2014

Filolibertario, no liberal




Escuchar a los defensores de la libertad explicar los conceptos de libertad, propiedad, intercambio voluntario, derecho y justicia resulta sencillo y al tiempo desconcertante pues presentan conceptos antiintuitivos y antitribales. Y así les va.

Los occidentales tenemos un concepto ético y otro moral, universales.

El criterio de excelencia: hacer las cosas lo mejor posible.
El criterio de honradez: hacer las cosas sin engaño y sin perjuicio a los demás.

Enseguida reconocemos y admiramos a las personas excelentes y honradas. Ojalá hubiera más. Son los mejores colaboradores, triunfan personalmente y nos ayudan a crecer.

Jamás definiríamos a un colectivista, a un igualitarista, a un estatalista como alguien excelente y honrado, ya que sus intereses son hacer las cosas para todos y pese a todos.

Un filolibertario ama la excelencia y la honradez, aprovecha su libertad y respeta y aprovecha la de los demás.






Un liberal es un estatalista con complejo de totalitario, y claro, no cae bien a nadie, ni a los estatalistas sin complejos ni a los filolibertarios.


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