martes, 13 de enero de 2015

Libertad de expresión



Todos tenemos opiniones libremente, algunas de ellas respetables.


Todos podemos expresar nuestras opiniones a través de nuestros propios medios materiales y en nuestros ámbitos de propiedad, no así en las propiedades de los demás.


Todos podemos ofender a los demás con la verdad y con la mentira, si bien, ofender con la mentira es un delito con sus correspondientes consecuencias.





Estos funestos días he conocido que unos individuos han estado pegando tiros y asesinando inocentes al grito de: ¡Alá es grande!.


Ha habido un consenso de interpretación al respecto bastante curioso: Terroristas contra la libertad de expresión.


¡Alá es grande! y asesinatos de inocentes, yo no lo interpreto como lucha política en contra de la libertad de expresión, lo interpreto como Yihad, guerra santa, irracionalidad de individuos que creen que Dios está de su parte y les ordena aniquilar herejes.


Los políticos prefieren afrontar una guerra política porque no saben qué es una guerra santa, natural, se entiende tan fácilmente como que van a perder esa guerra que no quieren afrontar, y con ellos, todos los herejes.





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